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Iure Belli, la Ley, Derecho de o para Guerra. Tan mal vista como existente a escondidas. ¿De que trata dicha premisa normativa? De lo que es, damas y caballeros. De GUERRA en todo sentido abarcable.
No ha de ser necesariamente armada, ni sacando tanques de paseo o movimientos insurgentes armados y cabreados (este último se lleva el palmarés los amigos de ETA). Con los nuevos tiempos, la dialéctica se ha transformado en nuevo campo de batalla, y los políticos los soldados y generales de dicho escenario bélico. Amparándose ante la inocente Constitución, que poco deberia incluirse y dejarla neutral como el país suizo, unos y otros la usan sin necesidad o la ponen como blanco de sus ideas y tejemanejes de la política, quitandole su verdadero sentido y dañándola aun más.
No es un escenario alentador el de la política, si bien cabe que los verdaderos horrores que pueden hallarse detras del término guerra son insuperables dentro de un conflicto real. Día a día, la concesión y la mentira son lanzadas a modo de trazadoras mortales desde todos los lados políticos, mientras que leyes insulsas o demoledoras para el colectivo al margen del mundo político sufre sus estallidos como si de artillería se tratara. ¿Que demonios sucede que no hay ningun sujeto que ponga fin a tamaña contienda? En buena hora se lo pregunta uno justo cuando surge la pausa del momento y aprovechan sus cartuchos para fulminar a otro personaje habitual de todo pais del mundo que aparece en el momento: el ejército. Se aventura a prestar su voz, saltándose la jerarquía y ordenamiento militar, y las miras de las armas políticas, las de las palabras, apuntan hacia esa voz. Eliminarla y no dejar rastro de ella; y si queda personal y suministro, hundirlo via dialéctica y en manos de la maligna verborrea.
Dirá alguno que aquella voz tuvo que callarse y que se le estuvo bien empleado. En parte ese estamento tiene razón, y por otra no. Bien es cierto que deben estar al margen de lo político y ceñirse a lo que estan, pero lo que dice esa voz no es objeto de desdén o para tomarlo como una amenaza. ¿Porqué esa absurda manía de pensar retrogradamente con lo de que no son de otra manera? ¿A santo de qué todo ello, cuando en realidad ya han perdido ése significado? Han cambiado, en más de 25 años que llevamos han cambiado, pero lo curioso es que tambien la política, a modo de que sorprende el hecho de que quien más tiene pintas de observársele ese pensamiento tan incoherente, tan agresivo y peligroso a la vez de indeseable, es a la actual política, quién actualmente trabaja de manera meticulosa para eliminar con golpes que no son de Estado (poco les falta, la verdad), dictámenes y denuncias canallescas a quien se le oponga. Y de hecho así sucedió recientemente, siendo eliminado esa voz desde el ámbito de las armas que en realidad era de todo menos agresivo o insurrecional.
Observen el hecho de que algunos conceptos y palabras de la terminología militar se usa en la política, véase el ejemplo del término "militante" de cualquier grupo político. Con todo, quizá no sea tanta coincidencia tambien que ese Iure Belli, que tiene su concepto real en el mundo militar, haya sido traspasado sorprendentemente y sin ninguna dilación al ámbito político. Habrá quien tema u odie el ámbito militar; sus razones tendrá, aunque democráticamente (que curioso que no pueda sentir esa palabra como antaño se usara, como quizas se debiera de sentir en verdad y hoy en dia) le advertiría que no es motivo de preocupación eso precisamente, sino la fuerza que va cobrando lo político, hasta el punto de decir que la guerra dialéctica sucede cada día en nuestro país, con sus bajas idealísticas y pérdidas que no tenían porqué serlo con absurdas leyes Antitabaco (recordemos que el Estado recibe enormes cantidades por el impuesto fijado en el tabaco, y ahora con ese acto alteraran drásticamente esa cifra) o normas de alejamiento de personas violentas hacia sus parejas, carentes de plena funcionabilidad, dejando que la trágica cifra de fallecidos por este tema tan complicado jurídicamente siga aumentando.
