martes, mayo 29, 2007

Un puente a PeburgHeim

Una pequeña luz roja era lo único visible en el corredor oscuro.

Como si de un sol en un mini universo se tratara, el espacio estaba inundado de tililantes estrellas. Un simple suspiro, un paso en falso dentro de ésa negrura resultaba fatal para aquél que intentara alterar el estremecedor orden de la pequeña brecha, acompañada de silbidos y gritos desgarrados. Por encima de ella, como si de otro plano astral se tratara, un dia soleado azotaba las vías del antiguo puente de ferrocaril, ahora sometido a violentas sacudidas de mortero y granadas. Un ligero viento hacia susurrar las enormes vigas de acero, mientras que la corriente acompaña con su peculiar nota musical del fluir de las aguas.

Todo ello habría sido una apetecible mañana de septiembre si las circunstancias no fueran aquellas, pensaba el Hauptmann Kürch.

Marden Kürch y su compañía eran unos enardecidos veteranos del frente occidental, y su papel estaba más que asumido: debían aguantar esa posición, sin importar el precio; venderían caras sus vidas para evitar que los aliados entraran en territorio holandés, y harían todo lo necesario para aguantar el duro embite de las tropas paracaidistas desplegadas con una rapidez y precisión sin igual. Pero todo ello habría resultado endiabladamente más facil si a su grupo de ingenieros les hubieran dejado "apañar" ése condenado puente. Y ahora, en lo que había comenzado como un leve intercambio de fuego se había vuelto en una vorágine de metralla que se fundía con el hierro y el acero del esqueleto lángido y oxidado que conformaba la estructura. Si hubiera colocado esas cargas explosivas cuando debían otro gallo cantaría.

Sus últimos informes revelaban que los aliados habían tomado el puente de Grave, no sin sufrir antes varios enfrentamientos con unidades de la Wehrmacht hasta su retirada. Un regimiento de Paracaidistas de la 101 fue enviado a capturar el puente de Nimega, pero fue detenido por tropas del 9° Batallón SS, dejando el puente en manos alemanas por el momento.

Esto obligaría a los mandos aliados, que empezarían a ver la operación algo mas complicada de lo que habrían asumido en un principio, a buscar otras rutas. En el corazón del puente de Sursbhaecht, en las orillas del Waal, se gestaba una cruenta escaramuza como resultado de dicha búsqueda aliada por una vía alternativa al puente de Nimega y así romper el frente para ayudar a la columna blindada del XXXº cuerpo británico, avistada no hacía mucho en Eindhoven.

No les estaba resultando fácil, no frente a su compañía. Sabía lo que en ése caso tenía que hacer, al igual que todos sus hombres, pero las ordenes del General Eugen Meindl eran claras: Debían aguantar con los puentes. Lo primero que pensó Kürch cuando le comunicaron la orden fué de que se trataba de una insensatez, pues sabía demasiado bien que dejar un puente intacto ante el aluvión que se les venia encima era un riesgo desmesurado.

Resultaba irónica la idea de Model de salvaguardar los puentes para una contraofensiva; la división no disponia de Panzers y los nuevos modelos tiger que le habian prometido al viejo Mariscal Rundstedt desde Alemania iban rumbo a Arnhem, en el norte. Lo único que lograban con ello era facilitar las cosas a los aliados.

Frente a éste siniestro panorama, sin poder contar con apoyo blindado y tan sólo apoyandose en otras unidades de infantería en sus flancos, todo indicaba que mas tarde o mas temprano llegarían a ser sobrepasados. Aguantarían por el momento con los puentes intactos tal como le habían ordenado.

Pero si la cosa se torcía, el hauptmann Kürch lo tenía más que decidido:


Volaría ése maldito puente como pudiera y al diablo con todo.





Extracto de Narraciones: La batalla de PeburgHeim

http://www.parabellum.com.es/index.php

lunes, febrero 26, 2007

Primo Victoria



Estupendísima canción de un grupo, Sabaton, que ya llevo un tiempo escuchando y que me esta pareciendo fenomenal. Sus canciones se alejan del cánon habitual de narraciones fantástico medievales para ambientarse en sucesos bélicos y sacando lo mas crudo, sangriento pero a su vez heróico, entrega y sacrificio de los conflictos humanos.

Un video con una letra que denota claramente el espíritu de luchar o morir, de lograr la victoria por encima de todo frente al horror y la muerte en los campos de batalla; la canción, como bien veréis en las letras, es sobre el día D.

Andaba perro y la canción es buena. Disfrutadla.

viernes, febrero 09, 2007

Spitfire











Pocos aviones de la 2º guerra mundial me inspiran un consabido respeto y admiración como el iconoclasta "Supermarine Spitfire". Dejando a un lado los no menos formidables P51 Mustang americano y Messermicht Bf 109 alemán, el Spitfire toma un carácter que ninguno de éstos dos posee y le hace meritorio de mención.

Antes os dejaré una breve ficha, y puede que algo incompleta, extraída de la Wikipedia (estoy vago para mirar mis enciclopedias sobre el tema).

http://es.wikipedia.org/wiki/Supermarine_Spitfire

Sé que puede resultar un tanto aburrido leer el enlace, pero quizás no resulte tanto cuando se puede decir que es más que plausible que su absoluta dedicación y una completa defensa aérea de Londres (y casi la absoluta totalidad de las islas de la pérfida Albión) reposaba en los valerosos hombros de cientos de hombres que montaban estas joyas de arte de la aeronáutica de casi 3 toneladas.

Ya no resultaba un conflicto influido por la ventaja técnica o modernidad de los aparatos, o en los mandos de sus generales (abstendré mis comentarios acerca de Monty); en el aire, la férrea determinación de los pilotos de Spitfire's mantuvieron los cielos ingleses lejos de las manos de la Luftwaffe, si bien sus 4 no sólo intimidantes pero tambien peligrosas ametralladoras Browning y dos cañones de 20 mm ayudaron en la labor de abatir Stukas y B 109's, unos tras otros, que asolaban diariamente la capital.

Y acerca de de su armamento, la palabra Spitfire, o "escupefuego" en castellano, es un nombre que le va que ni pintado a semejante monstruo del aire; su mera imagen abriendo fuego es estremecedora, y no era de extrañar que los pilotos alemanes les guardaran aún poco despues de la guerra un merecido respeto. Véase la imágen de cuando abre fuego:

http://www1.esc.edu/personalstu/jquinn/WEB/fsimages/SPITFIRE%20Mk.IX%20.jpg

Cada noche que las alarmas de "Raid" sonaban, y la asustada población corría hacia los refugios en sótanos y metros mientras el creciente sonido de los Stukas resonaba por las calles (su tren de aterrizaje estaba dotado de una sirena conocida como "La trompeta de Jericó" que activaba durante los bombardeos a fin de sembrar el pánico; quien haya oído su sonido ya sabe por qué acojona tanto), el repentino rugido del león daba esperanza, casi la única en aquellos días, a los ciudadanos ingleses, recordándoles que ése era su territorio, que darían el todo por el todo en una lucha sin tregua situada entre la espada y la pared....

Y pese a ser ampliamente superados constantemente, sufrir lo indecible en combates contínuos y las amargas lágrimas por tanto dolor, el Spitfire se mantuvo firme, conformándose como el símbolo de resistencia británico por excelencia.


"Si estás caminando por un infierno, sigue avanzando"
- Winston Churchill.

domingo, febrero 04, 2007

Niebla de guerra.

El invierno aquí tiene sus cosas interesantes...

Puede no nevar tanto como debería, o quizás mas bien como yo quisiera. Pero siempre se repite la escena típica: que baje la temperatura, cosa lógica en éstos páramos, y la niebla.

Hoy, mirando el empañado cristal, se me ha pasado por la cabeza una paradoja. Aquellos que conozcan juegos de estrategia donde radica el efecto de juego llamado "niebla" o zona oscura lo comprenderán un poco mejor. Me explico: en ésos juegos, la zona en la que te despliegas esta visible, mientras que el resto esta o bien oscuro o con un tono diferente en el que no se revela absolutamente nada... está en tinieblas o bajo la niebla de guerra.

Por un momento me he visto transportado a esos escenarios, donde tienes a la vista lo conocido o donde te ubicas, pero mas allá es desconocido. No supone temor a lo que se oculta ahi, si no mas bien un bloqueo o freno a tu visión. Entonces, ¿por qué la paradoja?. En realidad, deberia preocuparme por desconocer que hay mas allá; o quizás ser un freno que impida seguir adelante y cruzar la neblina que aparentemente nos intimida a quedarnos en donde podemos ver lo que hay.

Pero no es suficiente; últimamente, y pese a la jornada de reclusión por examenes y los ánimos tan poco dados a salir, he sentido la imperiosa necesidad de cruzar ese muro de humo y frio. Salir a la calle pese al frio y sumergirme para pensar, perder todo atisbo de miedo o duda y cruzarla supone dar un paso adelante; pero cuesta ponerme en marcha. Y doy por hecho que es algo normal y puede tener arreglo..

Bien, quiero arreglarlo ya; comenzar otro tipo de vida que no radique en nimiedades o la vagueza extrema. Ya va siendo hora, y esto no debe representar un manifiesto de mis actos, sino mi propia resolución a hacer las cosas y no sólo planteármelas.

Mañana empieza el 2º cuatrimestre de mi carrera; mañana vuevlo a una rutina que de sobra la tengo asumida y aborrecida. Pero mañana ya no será lo mismo...

Habré dado un paso finalmente dentro de la niebla de guerra; y como en aquellos juegos, se irá revelando a mi paso el terreno, los objetivos y las complicaciones que puedan haber. A cada paso, culminaré poco a poco la partida para que, al acabar, pase a la siguiente, totalmente desconocida aun en el punto de despliegue.

Pero ya habré cruzado la niebla.

miércoles, diciembre 20, 2006

Storming Shiro IV

Un contínuo zumbido que recordaba a aquellos generadores destartalados y enormes de la colmena Teschlonn se le clavaba en los oídos.

Hekron examinaba su pistola de plasma Mark III que le entregara en el arsenal el viejo Sargento Benler hacía horas. Le había explicado su montaje y desmontaje, carga y descarga y, por encima de todo, el peligro de no sobrecargar ese pequeño "diablo", capaz de hacerle un boquete a un Leman Russ del tamaño de una cabeza. La sola idea de que ese boquete fuera él mismo le provocaba náuseas, a parte de las causadas por el traqueteo del Valkyria.

Alzó la vista para ver a sus componentes de escuadra: Drohl, Hussler, Maleran y Fosker. Salvo el torpe de Hussler, los demas se hallaban en la misma situación que Hekron, solo que la diferencia radicaba en el tamaño: Rifle de plasma modelo "AB 314". Sonrió para sí al darse cuenta de que se estaba preocupando demasiado, cuando sus hombres llevaban unos armatostes mucho más grandes e inestables cuya explosión podía volatilizarlos en un momento y evitándoles sus propias nauseas, pues el agujero les abriría las tripas. Pero la imagen mental no era divertida en absoluto.

En el otro extremo del compartimento, se hallaba el sargento Brond, mas tranquilo con su pistola láser. A sus chicos les había tocado llevar un trío de "freidoras", armas de fusión de complicado manejo pero, al contrario que las armas del grupo de Hekron, infinitamente mas seguras.

Decidió encenderse un pitillo de lho, al notarse algo nervioso de nuevo. Les había tocado saltar sobre los malditos Xenos, los "azulillos", y pillarles por sorpresa en el sector "Torkald 17", cerca de unas deshabitadas ruinas, enterradas por la vegetación. Faltaban menos de 30 minutos para el descenso... notaba aún más la tensión, consumiendo cigarrillos y exhalando densas volutas de humo grisáceo continuamente.

Recordaba justo ahora la instrucción en la sala de mando del regimiento donde les habían explicado la situacion: esa escoria Tau habia ocupado el planeta Shiro IV hacía unos años, si bien los anteriores ciudadanos imperiales no habían tenido problemas para adherirse a sus invasores. Se vé que los tratan con compasión, despues de todo y aun siendo Xenos. Luego vino el asunto por el cual les habían mandado. Un artefacto arcano. Sólo sabían que era muy importante, pero Hekron y los demas no habían recibido más que la información justa: era de extrema importancia para la cruzada.

El cómo habia acabado allí ya lo conocía demasiado bien. Su regimiento iba camino de la cruzada de Penxys 5 cuando se recibió una alerta de una flota cercana. Un consejo del Adeptus Mecanicus que realizaba una exploración en el sector habia confirmado la presencia de un artefacto perteneciente a la misma era de la Apostasía, clamando urgentemente una aproximación para todo aquel cercano a su posición. Un nombre destacaba en las transmisiones de respuesta a la petición: el inquisidor Weiss Van Alsick, el "Azote", se dirigía de inmediato al planeta ocupado con un capítulo de "Caballeros Grises".

Cuando Hekron lo oyó, enmudeció. Los Adeptus Astartes en persona, y encima no unos cualquiera. Había oído algo de esos tipos revienta-demonios, y la mera presencia le tranquilizaba y preocupaba a la vez.

Al aproximarse las naves cruzada imperial a la orbita de Shiro IV, los Tau habían iniciado una respuesta ante la creciente presencia imperial y de inmediato enviaron negociadores, pero la "política" imperial no tardó en darse a conocer: se abatió la nave diplomática en cuanto se puso a tiro.

Fué así como comenzó todo. Los condenados Tau respondieron al fuego, destruyendo dos navíos estelares de la flota de la cruzada. La operación no habia empezado con buen pié, y aun había que tomar tierra, "enviando a los cretinos de siempre para arreglar chapuzas" como decía a menudo Hekron.

Era ya veterano de la cruzada, y varias cicatrices en el antebrazo no eran lo único que lo demostraba. Especializado en salto antigravitatorio, él y la sección a la que pertenecía operaban desplegándose quirúrjicamente en puntos clave tras las líneas enemigas, o como pensaba algunas veces: "jugarnos las pelotas para nada", dado a las numerosas ocasiones en las que su operatividad fue casi nula.

Un crepitar del intercomunicador le sacó de sus pensamientos.

"TEL 3 Minutos, luz roja!" - soltó el capitán de la aeronave.

Hekron se irgüió y se situó en el pasillo, próximo a la exclusa de la nave. Brond había hecho lo mismo que él, colocándose en la opuesta. En cuanto estubieron situados, sus respectivos hombres se levantaron en fila frente a ellos en un instante.

"¡¡¡Hora de traerles muerte desde el cielo!!!" - Gritó Hekron.

De pronto, el traqueteo pasó a movimientos mas bruscos; todos se aferraron como pudieron en su sitio mientras un sonido de alarma y la voz del capitan y el copiloto de la nave se cruzaban por la radio.

"¡Apuraos o nos vamos abajo con todo!" - Espeto Brond por el comunicador.

Otro temblor más, este trajo consigo impactos claros de fuego antiaéreo, resonándo por toda la bodega de carga.

El zumbido del motor iba y venia, oscilando en gravedad, mientras Hekron rogaba al dios emperador para que no dejara de sonar ese maldito sonido....


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"1º Aeronave alcanzada, Shas o'." - resonó en el casco de una figura enorme por el circuito interno

"Buen trabajo, shas la" - El Shas O' BolTha asintió al oír el informe.


Las fuerzas terrestres del Comandante Tau habían alcanzado una zona deshabitada, en donde esperaban tomar contacto con fuerzas Imperiales. Iba en vanguardia con dos escoltas, vestidos con armaduras enormes y de intricada fabricación. Sus fuerzas de reconocimiento tenían como obejtivo medir la fuerza de invasión de ése sector.

"Comunique a Aun' Phi que hemos avistado fuerzas hostiles. Iniciamos despliegue." - dijo en una voz casi robótica por el altavoz de su traje.

La respuesta fue inmediata, mientras que el sonido de dos vehículos gravitatorios pasando a su lado distorsionaba la voz del comunicador.

Sus guerreros esperaban la orden, pero el Shas'O Boltha notó de pronto un escalofrío. Era como si sintese algo extraño en el entorno que aparentaba una total calma. Había tenido esas reacciones en otras ocasiones, y siempre tomaron forma de algo importante: como aquella vez durante la destrucción de un pecio Orko en Uthwr; o cuando la conquista del último bastión de los Gue´la en Pigir 43/c. Aquello le hizo dudar por un momento en dar la señal. Pese a notar que había algo que no encajaba, tenía el deber de cumplir con su obligación y dejar a un lado aquello...

Una tormenta se les avecinaba.


"Equipo Sombra, avancen por las ruinas. Por el bien supremo."

lunes, diciembre 04, 2006

'Cause there's a way..

Audioslave - We got the whip


Oooooooooooh
Oooooooooooh
Oooooooooooh
Oooooooooooh

Long days and nights you fought for truth
Gotta hand it to you
Uprise and paid for in blood
Only to love
We're gonna hang you up
You've got balls but.....

We got the whip
we got a better bomb
We got the whip
We got the whip
we got a better bomb
x2

Oooooooooooh
Oooooooooooh

Heartache and strife is all you've known
A slave since your youth
And only one life to bargain with
Admiration is due
We're gonna string you up
You've got balls but.....

We got the whip
we got a better bomb
We got the whip
We got the whip
we got a better bomb
x2


*Guitar Piece*

Yeah


Fearlessness in the face of death
Hand it with a smile
Braving the fight until the end
I know I will never be like you

We got the whip
we got a better bomb
We got the whip
We got the whip
we got a better bomb
x2





Llevo escuchando esta canción desde ayer y me está triunfando... Recomendada 100 %

Id con cuidado con los semaforos ;)

martes, noviembre 21, 2006

Shit happens..

Otra vez acontece una escena familiar...

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/news/newsid_1952000/1952967.stm

Un joven se lia a tiros en un instituto.. Ya no es el caso habitual de EEUU, sino en la vieja y culta Europa, en Alemania.

No dejo de pensar en el caso como un horror del que nadie queda exento; ahora casi puedes acabar implicado en un tinglado así sin mas o aun peor: ser tu el responsable. Y si no lo piensan asi, consideren el auge de violencia escolar contra compañeros o profesores como un denotado aviso.

El chaval, de 19 años nada mas, arrastraba tras de sí una historia de rechazos, desilusiones, incomprensión y abandono. Sería el típico perfil de un depresivo si no fuera por que para cuando alguien quiso darse cuenta (o si se lo habían propuesto) de lo que se veía venir y detenerlo, ya habia estallado: abatió a cuantos se les puso a tiro y acabó quitándose la vida poco despues... con tan solo 19 años.

Y era un aficionado de las armas...

La mierda cae una y otra vez y nadie esta jamás a salvo; pero NADIE quiere parar el auténtico problema. No son las armas las causantes de estas tragedias, pese que el necio habitual vogue por absurdas tonterias de prohibirlas o mancillar a aficionados deportivos, sino a la mala educación y el pasotismo tan generalizado (hasta en los malditos necios que hablan sin saber), que no se haga nada por gente asi.

La culpa de todo ello es nuestra, y de nada más. Pero más claro no lo pudo decir el viejo Burke:

"Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada.” Edmund Burke


P.D: Dije que clausuraba el blog, pero necesitaba escribir esto.